Los toros Limusín desempeñan un papel esencial en la mejora de los rebaños destinados a la producción de carne, gracias a su musculatura desarrollada y a su eficacia de crecimiento. Transmiten características como un buen rendimiento de la canal y un rápido crecimiento de los terneros, lo que hace que la raza sea ideal para la cría en busca de eficacia y rentabilidad.

En términos de funcionalidad, los toros Limusín son apreciados por su rusticidad y su capacidad de adaptación a diversos entornos. También son conocidos por su facilidad de parto, que reduce el riesgo de complicaciones en el parto y mejora la productividad del rebaño.

Originalmente, el ganado Limusín, reconocible por su color trigo y sus mucosas claras, era más bien una raza mixta de carne (es decir, de tamaño medio con buen desarrollo muscular), con huesos muy finos y reconocidas excelentes cualidades maternas: terneros pequeños y vigorosos al nacer, buena fertilidad, hembras que paren solas y capaces de criar a sus terneros hasta el destete gracias a su buena producción de leche. Las elecciones de selección realizadas han dado lugar a una diversidad morfológica mucho mayor, ya que hoy en día la población de ganado Limusín abarca desde el tipo muy precoz (carne pequeña) hasta el tipo tardío (tamaño, crecimiento). Esto la convierte en una raza de elección para todo tipo de producción, ya sea de raza pura (terneros lechales y Aveyron, pastadores, novillos, novillas pesadas, vacas gordas y novillos) o cruzada con razas lecheras.

Por otra parte, el calentamiento global, tal como lo conocemos hoy en Francia, confirma las opciones de selección favorecidas por la Sociedad de Selección Créalim, que ha continuado la labor de France Limousin Testage iniciada en 1984. De hecho, estas dos uniones de cooperativas de inseminación animal habían optado y siguen optando por crear y ofrecer en sus catálogos toros de Limusín para carne mixta y hueso fino, que tienen la ventaja de poder mantenerse en condiciones difíciles, conservando al mismo tiempo sus cualidades productivas originales (facilidad de parto, fertilidad, aptitud para el parto y producción de leche), esenciales para garantizar la rentabilidad económica de los ganaderos que confían en ellos. También son criterios de supervivencia y económicos de interés para los criadores de otros países del mundo, que pueden enfrentarse a condiciones climáticas más extremas, desde la cría extensiva en zonas áridas a +40°C hasta la cría en zonas heladas donde los inviernos alcanzan los -30°C y en fases más avanzadas en nuestros amigos del sur (España, Portugal, Italia, México, Argentina, etc.), sin olvidar los países nórdicos, que también sufren sequías invernales bastante preocupantes. »